El año pasado en Brasil, estuve representando a la empresa donde trabajo
en una feria internacional de maquinaria textil. Como siempre, tuve que
explicar a la gente que yo trabajo en Taiwán, que Taiwán no es China, ni Corea,
ni Japón.
En dicha feria me tope con unos vendedores de una empresa China de la
competencia, los vi que se acercaron al stand donde yo estaba, estuvieron
viendo y comentando nuestros catálogos, hablando entre ellos sobre que no
esperaban ver a la empresa en dicha feria y que no veían a nadie de la empresa ahí,
estaban a un metro de donde yo estaba parado, justo frente a mí. Claro que todo
lo dijeron en chino. Después de unos minutos les dije HOLA en chino.
Lo primero fue que se sorprendieron cuando me escucharon, luego me
hablaron en inglés y me preguntaron si hablaba chino, les dije que hablaba un
poco, les vi la cara de asustados cuando comprendieron que les había entendido
todo lo que dijeron.
-Pero
tú no eres taiwanés, dijeron.
- No, no soy taiwanés. Dije. Pero vivo
y trabajo en Taiwán.
-
¿Por
qué no vino ningún taiwanés contigo?
Luego
preguntaron por algunas personas que ellos ya habían conocido anteriormente.
- Porque ninguno de ellos habla
español o portugués, respondí.
¿Ustedes
hablan español o portugués?, les pregunté.
-No,
solo inglés y chino. Dijeron.
-¿Entonces como se comunican con los
visitantes?
-Nuestro
representante lo hace.
-¿Ustedes no hablan con ningún
visitante?
-No.
-¿Entonces que hacen aquí? ¿Sonriendo
y posando para las fotos?
-Si.
Dijeron ambos. Con una sonrisa que denotaba que no habían entendido mi sarcasmo.
Les dije que debían aprender el idioma de la región para comunicarse
mejor con los clientes, ya que la mayoría de personas en Latino América no
hablan inglés.
Irónicamente, luego de ese incidente, cada vez que me veían hablábamos
en chino, íbamos a tomar café, a caminar conociendo los otros stands, incluso hacían
comentarios de las mujeres latinas aprovechando que nadie nos entendía. Creo
que al final se alegraron de poder hablar en chino con alguien que les
explicara mejor la cultura latina.
Le he contado está y otras anécdotas a mi esposa, que en cada
viaje que he hecho siempre encuentro gente con quien practicar chino, me
dice ella que parece que hablo más chino cuando estoy fuera de Taiwán, incluso
que lo hablo mejor que cuando estoy en Taiwán.