Mucho se ha
comentado sobre lo que está sucediendo en Taiwán. En los noticieros
internacionales aparecen imágenes de los estudiantes que han tomado uno de los
edificios legislativos, algunos los califican de rebeldes y otros de héroes.
Me sorprendió
encontrar una noticia en un diario de mi país, donde indican que ha habido varios
arrestos luego de choques violentos entre policías y estudiantes. Esto para
cualquiera, indicaría que ha habido un intercambio de golpes entre unos y
otros, sin embargo, para los que vivimos en esta isla, hemos visto en los
noticieros locales que los estudiantes se sentaron en el suelo frente a los policías,
rehusándose a moverse. Siendo los policías quienes armados de bastones y
escudos empezaron a jalar a los estudiantes de pies y manos cual si fueran
bultos.
Incluso en
algunas imágenes captadas por televisión y que pueden ser vistas en YouTube, se
puede observar como algunos policías golpean con sus escudos a los estudiantes
que están en el suelo, llegando a golpearlos con sus bastones mientras los
estudiantes los atacan a gritos, si, a gritos. ¿Es esto acaso un enfrentamiento
violento o un ataque violento?
Como era de
esperarse, ha habido una manifestación anti-manifestación, es decir, de apoyo al gobierno. El gobierno y el partido
oficial han declarado que no tienen ningún vínculo con dicho grupo y que son
personas que realmente entienden la situación, que los que se oponen al
convenio son una minoría. ¿Será que alguien estará interesado en crear
enfrentamientos entre el mismo pueblo y así desviar la atención del verdadero problema?
Bueno,
dicha minoría realizó una manifestación este domingo a la cual atendieron según
los organizadores, unas 500,000 personas. Mientras que a la manifestación de
apoyo al gobierno atendieron solo 3,000. Pareciera ser que la “minoría” no es
tan “minoría” después de todo.
En una
cultura donde los jóvenes son enseñados a escuchar a los adultos siempre, donde
los estudiantes no pueden contradecir a los profesores, donde ser diferente es
visto como algo raro y es mejor ser como los demás. La acción de estos jóvenes universitarios
viene a marcar un punto y aparte.
A los
extranjeros que estudian en la isla no se les permite participar en ninguna manifestación
política y corren el riesgo que se les retire la visa, por realizar actividades
que no tengan relación con la visa que tienen. Por lo que muchos optan por no
hacer nada, otros son más osados y llegan a tomar fotografías, escriben un
blog, un artículo en Facebook y es como si participaran sin participar. Todos buscan la forma de expresar su apoyo a los estudiantes.
A 13 días
que los estudiantes tomaran el edificio legislativo, aún no se ven muestras de
un dialogo entre estudiantes y gobierno, mientras tanto el apoyo internacional
y local a estos jóvenes sigue creciendo.