Hola,
Soy Fernando. Aprovechando el fin de semana largo, hemos decidido ir a visitar un restaurante que nos recomendaron hace un par de semanas. Según nos dijeron, el dueño es un español de ascendencia judía y su esposa es taiwanesa.
Le dije a mi esposa, "los judíos no comen cerdo, comen cordero, será interesante saber qué tipo de comida hay en el restaurante". Así que hicimos una reservación para cenar y fuimos a conocer el lugar.
De entrada, hay cuatro mesas para cuatro personas cada una, la cocina está a la vista con un mostrador alto para remarcar la división del área de mesas y la cocina. En cada mesa hay una esfera de cristales, algunas con tonos azulados y otras con tonos café y crema, la cuales tienen una pequeña vela en su interior, colocadas en una base de bronce. A juego con dichas esferas, se encuentra una serie de lámparas colgando del techo. Dando al restaurante un pequeño toque de ambiente de medio oriente.
En una pared se encuentran dos pinturas al óleo muy hermosas, una representa una mina del sur de España con su torre y la otra es de Makhtesh Ramon, un cañón en el sur de Israel. Lo que las hace más especiales, es que ambas fueron pintadas por la madre el chef, son los originales.
Al hablar con el chef, nos comentó que es originario de Linares, en la provincia de Jaén al sur de España, judío sefardí. De allí el toque de medio oriente en la decoración y en la sazón de la comida. Además cuenta con más de 20 años de experiencia como chef en España, Italia, Inglaterra y ahora en Taiwán. Un apasionado por la cocina desde joven, reflejado en el menú del restaurante.
La comida, ordenamos gambas al ajillo, pincho moruno con salsa picante, labneh con pita, ensalada israelita, café capuccino, milkshake de galletas oreo y de postre, panna cotta. Una sinfonía de sabores muy bien combinados, y presentados de forma que invitaban a desgustarlos. El pan es elaborado artesanalmente por el chef, la crema para el labneh de igual forma. Dándole un toque único a la comida.
El restaurante se llama "Maná", en hebreo "מנה", que de acuerdo a la historia judía era el pan caído del cielo, enviado por Dios para alimentar a los judíos en su viaje por el desierto, durante el camino desde Egipto hasta la "tierra prometida", hoy Israel.
Israel y Guatemala tienen un vínculo muy especial, en el año 1948 cuando en las Naciones Unidas se decidía la fundación del estado de Israel, cuando faltaba solo un voto para su aprobación, fue Guatemala quien dio el voto final a favor.
Un restaurante recomendado a quien quiera probar la sazón del sur de España. Puedes practicar español con el chef al ordenar la comida, él estará más que feliz de atenderte.
Si vas un fin de semana, es posible que conozcas a su esposa, taiwanesa que también habla español. Una pareja de emprendedores que vale la pena apoyar.